by Pablo Gonzalez
Las fiestas navideñas son, probablemente, la época del año más esperada por las familias hispanas. Estos son momentos en los cuales, por tradición, la felicidad reina en el ambiente y en el corazón
de los hogares.
Photo by Shundo David Haye
Las reuniones familiares pueden ser momentos de gran alegría y regocijo. Pero también son espacios cargados de estrés y de conflicto. Los asuntos personales que no han sido propiamente tratados, algunos desde la niñez, vuelven a resurgir.
La carga emocional, que por el resto del año ha permanecido oculta, hace acto de presencia. Y ni que hablar de la carga de dolor que no ha sido adecuadamente procesado.
Los medios de comunicación avanzan esta idea con el propósito de seducir a los consumidores para que adquieran los productos que patrocinan. Esta forma de mercadotecnia está diseñada con la intención de convencer al consumidor que la felicidad es posible con solo vestir el diseño de ropa recomendado, usar el perfume de marca más caro, o comprando la última generación de aparatos electrónicos. Al final del día, cuando el traje está guardado, el aroma del perfume se ha evaporado y el entusiasmo por el nuevo teléfono se ha desvanecido, se llega a la triste conclusión que nada externo puede dar la felicidad verdadera. Para disfrutar de esta época navideña, quisiera ofrecer tres recomendaciones, porque existe una verdad infalible, y eso es que la felicidad brota en la medida que nos entreguemos al momento presente con presencia y con atención. Tres recomendaciones para disfrutar las fiestas navideñas:
1. Mantener una mente abierta y flexible. Sufriríamos menos si en las reuniones familiares dejáramos a un lado las expectaciones que tenemos sobre los demás y aceptáramos la realidad. ¿A qué realidad me refiero? A la realidad que nadie cambia para complacer a otro, de la misma manera que nosotros no estaríamos dispuestos a cambiar por petición de los demás. Aceptar a las personas como son es soltar la idea de que nosotros tenemos la exclusividad para determinar lo que es mejor para otros. Apegarnos a esta idea es sembrar la semilla del sufrimiento. Suelta tus expectaciones y disfruta del momento. Nadie puede saber si esta será la última oportunidad que tengas para convivir con tus seres queridos. No la desperdicies. Abre tu mente al momento y el corazón hará lo mismo. Recuerda esto: así como el oxigeno siempre está presente, la felicidad siempre está a nuestro alrededor.
2. Escuchar con presencia. Esto significa aprender a escuchar sin interrumpir, sin anticipar una respuesta y con todo el cuerpo. Las células del cuerpo se contraen o se expanden de acuerdo a nuestra capacidad para escuchar. El deseo mas intimo del ser humano es ser escuchado. Cuando alguien escucha con atención y presencia, el mensaje para la persona escuchada es “tu existes” y en este existir se establece la conexión humana.
3. Expresar agradecimiento sincero. Cultivar una actitud de gratitud es la manera más eficaz para crear la felicidad en tu vida y en las vidas de los demás. Las expresiones de agradecimiento sincero abren un camino que va directo al corazón, y cuando el corazón se abre se establece un estado de harmonía y bienestar que beneficia a todos.
En tu mente, en tus palabras y en tu corazón está la llave para que puedas gozar de esta temporada navideña con familiares y amigos.
Te deseo una Feliz Navidad y un Prospero Año Nuevo.
